Ya está aquí. Pobriño. Estaba esperándome escondido en una caja de cartón todo discreto, sin aspavientos, ocultando toda su clase. Nada más abrirla, una segunda caja que ya insinuaba su estilo. Y dentro, esperando, deseando salir para mostrarse, para encenderse y empezar a pintar, a cantar, a hablar... Está lleno de energía, justo la que empiezo a necesitar... Nuevo juguete para un nuevo año. Y lo que durará!
2 comentarios:
Bueno, pues esperemos que ahora que han llegado los reyes, con un día de antelación, se mantenga el tema a la altura de las espectativas...
Por ahora, sobradamente, jeje
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